Crítica Nader y Simin, una separación

No todo es Hollywood. Ahuyentado por Malick y los efectismos del cine americano me decidí por ver algo de cine asiático y he descubierto en esta una de las grandes películas que nos ha dejado 2011. Su director, Farhadi, ya me sorprendió hace un par de años con A propósito de Elly pero con esta película el ''joven'' director se reafirma como uno de los realizadores a tener en cuenta en los próximos años.
 Farhadi nos sorprende y emociona y sobretodo nos da una pieza de cine sincero y humanista. Nader y Simin es cine con mayúsculas. Muy recomendable
Hay que estar atentos a este cineasta que junto a la gran labor de Ghobadi nos recuerda la buena salud del cine iraní.